En ese momento todo era más sencillo. No me preocupaba nada y vivía feliz por el solo hecho de vivir. Jugar a que mi patio era una selva misteriosa, que mi perro era un gran león, salir a cazar insectos. Juntar pastito, agua, y tierra con florcitas, y hacer una súper torta de las mejores. Los días de lluvia armar carpas con las sábanas de mi cama y estar en piyama todo el día. Jugar con mis muñecas, darles de comer, cambiarlas. Llorar porque mis papás no me compraban la golosina que quería. Eso era vida. Ahora pasaron los años, y me preocupo por otras cosas. Porque me vaya bien en la escuela, por ver feliz a mi familia. Por la salud de todos. Porque no me rompan el corazón y llorar, como antes lo hacía por las golosinas. Que ahora todos juzguen tus gustos, tus decisiones, tu música, la manera en que vestís, por no seguir la moda. Cuando era chica a nadie le interesaba eso, solo jugábamos, solo éramos amigos, solo eso. ¿Esto es vivir? No. Esto es crecer, es verte más grande, con más responsabilidades, con distintas ideologías y formas de ver al mundo. Y sí, todo forma de la vida. Y no sé si no es vivir, hay que agarrarle el ritmo y aprender a vivir, sea el año que sea, tengas la edad que tengas, y seas quien seas.
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